Acabo de finalizar una de las etapas más estimulantes de mi vida. En marzo comenzó el máster en creatividad publicitaria de la escuela Zinkproject en Madrid. Desde entonces hasta hace pocos días, he aprendido que la publicidad está para romper barreras, para comunicar, para emocionar, para hacerte reir o llorar, para que nuestra mente se evada, para tantas cosas que sería imposible verbalizarlas todas. Hemos intentado pensar lateralmente, y dejarnos de obviedades, a veces lo hemos logrado, otras no tanto... nos hemos frustrado, nos hemos divertido (eso casi siempre), grandes profesionales en activo nos han elogiado y otros nos han vapuleado (a veces con razón), pero todos han valorado nuestra ilusión y ganas. Porque de eso andamos sobrados.
La gente que he conocido en estos 4 meses (dentro y fuera del máster), ha influido en mi más de lo que piensa; han hecho que madure, que desaparezcan miedos e inseguridades, que crea más en mi.
Sobre todo este último mes ha sido brutal. Brutal por el trabajo que hemos tenido que hacer, brutal por las últimas personas que he conocido y que me ha dolido mucho dejar de verlas en un tiempo, brutal por las fiestas que me he pegado y brutal por las despedidas.
Volveré.
Seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario